viernes, 9 de junio de 2017

Análisis del cuento Las Ruinas Circulares


Como ya debe ser evidente, una de las más recientes menciones que he hecho en el blog ha sido Las Ruinas Circulares del escritor argentino Jorge Luis Borges. Este hombre es considerado por muchos un gran icono de la literatura latinoamericana, e incluso algunos opinan que es imposible hablar de la literatura de la región sin mencionarlo.

Para estudiar un poco la producción de este famoso escritor, hay que hacer referencia al cuento mencionado que puedes encontrar en su respectiva entrada.

Comencemos relatando los acontencimientos.

En Las Ruinas Circulares nos encontramos a un hombre que viene de un país lejano y llega a un recinto circular con la única intención de soñar un hombre. Una vez que se da a la tarea, se da cuenta que no es tan fácil; sus comienzan presentan muchos tropiezos, pues inicia soñando a un grupo de alumnos, escoge a uno en particular e intenta enseñarlo. Sin embargo, tiempo después no puede soñar y cuando lo hace de nuevo, ya no es con los mismos pupilos. Los nuevos sueños que tiene tras encomendarse a los dioses, comienzan con un corazón y le siguen todos los demás órganos y partes del cuerpo. El hombre sueña todo hasta que consigue a su "hijo" y es allí donde comienza a instruirlo para hacerle un hombre de verdad. Al final cuando termina su tarea, le hace olvidar todos sus inicios para que no sepa que es solo un sueño de otro. Mucho tiempo después, el creador se entera por medio de otros que hay un hombre en otro templo capaz de caminar por el fuego. Es encontes cuando el templo en el que se encuentra comienza a arder y se percata de que el fuego no le hace daño; es en ese momento que comprende que él también era soñado por otro.

***
Obviamente, este corto relato pertene a la literatura de ficción porque cada uno de los elementos que se nos presentan no son reales, o por lo menos no completamente reales. ¿Por qué digo esto? Cuando soñamos, se forma una realidad onirica que es validamente real para nuestro propio universo. Es decir, no importa que lo que soñemos en ese momento no sea real para el mundo exterior, pero para la mente de cada uno, es una realidad completa. De esta forma tan simple, el argentino nos retrata el gran peso que tienen los sueños para la humanidad.

Basandome en eso, me acerco para desenlazar un poco los misterios de este cuento, que no son tan misteriosos cuando entiendes que una de las intenciones de Borges es retratar la intima relación que existe entre el creador (en este caso, el protagonista, el soñador) y su creación (el soñado, el hijo). Es una realidad que vivimos día a día pues muchas corrientes cristianas afirman que hay un Dios que creó a toda la humanidad; por tanto, el soñador es una contraparte de Dios y ese soñador serian sus hijos, los hombres.

Otra forma más específica para entender el cuento es verlo como un artista, un escritor, un autor en lineas generales, que a través de su imaginación puede moldear sus creaciones (personajes, mundos, acontecimientos) para imponerlos a la realidad. Ese autor plasma en sus páginas el producto de su mente, por lo que cuando otros ven o leen sus obras, para ellos es una realidad convincente.

Pero no hay que ver las cosas a la ligera, el propio cuento nos lo muestra cuando el soñador persevera. Al principio, él tiene problemas para soñar a su hijo, pero luego logra soñar un corazón y a partir de allí, obtiene la motivación para soñar todo lo demás y crear a su hijo por completo. Así sucede con un autor: comienza poco a poco moldeando sus creaciones hasta que son completamente reales en su universo.

Ahora, pasando a las influencias externas que llevaron a Borges a redactar este cuento, también entendidas como su fuente de inspiración, tenemos que comenzar con al pensamiento de Heráclito de Éfeso. Este hombre fue importante filosofo griego cuya principal creencia era que el fuego era el origen de la materia. Dicha idea se encuentra desde el principio cuando se nos plasma el templo lleno de cenizas en el una vez ardió el fuego y también porque es a través del dios de fuego que el soñador puede hacer realidad a su hijo.

(...)el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza. Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos, que la selva palúdica ha profanado y cuyo dios no recibe honor de los hombres.
(...) 
Ese múltiple dios le reveló que su nombre terrenal era Fuego, que en ese templo circular (y en otros iguales) le habían rendido sacrificios y culto y que mágicamente animaría al fantasma soñado, de suerte que todas las criaturas, excepto el Fuego mismo y el soñador, lo pensaran un hombre de carne y hueso.
También se puede entender como el fuego no solo es capaz de crear, sino destruir también. De hecho, el fuego se puede asociar con la eternidad, tal como sucede como el ave fénix que es capaz de renacer de sus cenizas. Este principio se puede observar en el fragmento anterior, e igualemente, se hace una referencia al final del cuento: 

 Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego. En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. Por un instante, pensó refugiarse en las aguas, pero luego comprendió que la muerte venía a coronar su vejez y a absolverlo de sus trabajos.
Al introducir este significado de cómo el fuego es capaz de crear y destruir al mismo tiempo y cómo ese templo vuelve otra vez a incendiar como se incendió en el pasado permite identificar la obra de Borges con el etorno retorno, una creencia que se basa en que todo fluye de manera ciclica; una vez que se destruye, vuelve a crearse de nuevo:

(...)el recinto circular que corona un tigre o caballo de piedra, que tuvo alguna vez el color del fuego y ahora el de la ceniza.(...)Las ruinas del santuario del dios del fuego fueron destruidas por el fuego. En un alba sin pájaros el mago vio cernirse contra los muros el incendio concéntrico. 
Como se nota, es una idea muy fantástica, pero que cuando llega para el soñador, es una realidad que le hace darse cuenta que el es parte del sueño de otro sujeto.

Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.
Esta última revelación plasma fácilmente otro pensamiento filosófico: el idealismo subjetivo, en el que algo no puede existir sin que una mente lo imagine. Dicho de otra forma, las ideas solo existen en la mente de un sujeto, las cosas reales solo existen en la consciencia. Podemos ve que cómo el hijo fue soñado por el soñador y este último también es soñado, entonces debe existir un eterno ciclo en el que cada uno es soñado por otro. Habiendo dicho esto, se puede recordar nuevamente la idea principal que se mencionó a comienzos de este análisis: los personajes son moldeados por el autor para imponerlos en la realidad; siendo estrictos, esos personajes solo existen en la mente del autor, pero todos sabemos que con suficiente imaginación todo eso que leemos se vuelve realidad.



Resulta interesante entonces ya para finalizar comprender la importencia del sueño. Si se ve a la ligera, podemos decir que solo soñamos y punto. Pero si le damos un significado más profundo, entonces el sueño se convierte en una parte para crear un universo completamete nuevo, un universo creado como nosotros, los soñadores, queramos.

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